La elección legislativa de este año tiene para el peronismo de la provincia el particular desafÃo de recuperar para Axel Kicillof la mayorÃa en el Senado bonaerense que hasta hoy controla Cambiemos.
El Frente de Todos transitó un 2020 complejo en términos legislativos por no contar con quórum propio en la Cámara Alta. Es que a pesar de la buena elección de 2019, Cambiemos consiguió sostener un bloque con 26 de las 46 bancas del recinto. "No estamos lejos, con ganar tres bancas más que Cambiemos llegamos al empate", dice un senador del Frente de Todos.
Tanto en el peronismo como en la oposición señalan que una de las claves para que Kicillof pueda tener el control del Senado es Sergio Massa. Existen dos motivos que argumentan esta afirmación:
El primero tiene que ver con el poder de la Primera Sección electoral que pone en juego ocho senadores y donde el peronismo puede revertir el resultado de 2017. AllÃ, Cambiemos consiguió cinco bancas y el peronismo (entonces Unidad Ciudadana) apenas tres.
La segunda variable tiene que ver con el rol de Massa dentro del Frente de Todos. En la alianza opositora consideran que la boleta del Frente Renovador le quitaba al kirchnerismo un caudal de votos clave para pelear por los porcentajes que definen quién se queda con la última banca en juego de cada sección.
Eso ocurrió en la Séptima en 2017, donde el peronismo no alcanzó el piso (33%) para sumar un senador. En esa elección el Frente Renovador consiguió 12 puntos, que hubiesen sido suficientes para quedarse con una banca. En esa sección del centro de la provincia, Cambiemos se quedó con los tres senadores.
En cambio, eso ahora juega en favor del peronismo. Una buena elección del Frente de Todos, sumado a la presencia del massismo dentro de ese frente puede hacer que el peronismo se quede con ese residual y muerda un senador en la primera, cuarta, quinta y séptima.
A diferencia de la Tercera Sección (sur del Conurbano) donde el kirchnerismo tiene una supremacÃa neta, en la Primera hay otras fuerzas que pesan en la elección. Cambiemos aparece fuerte en algunos distritos y el massismo tiene una cuota de poder que puede favorecer a inclinar la balanza.
Ejemplos: En 2017 en San Fernando, el Frente Renovador quedó primero con 42 puntos. En segundo lugar quedó Cambiemos y el kirchnerismo se ubicó en tercer lugar. En Tigre, en esa elección legislativa Cambiemos quedó primero, pero el Frente Renovador sacó el 28 puntos y desplazó a Unidad Ciudadana al tercer lugar.
Tener el control de las dos cámaras le permitirá a Kicillof encauzar el año legislativo. Desde el oficialismo aseguran que el Gobernador tiene en carpeta varios proyectos de ley que no cruzan los pocos metros que separan la Casa de Gobierno de la Legislatura por no contar el peronismo con la mayorÃa en el Senado.
Aunque en términos reales, la oposición no puso un freno a los proyectos del Gobernador durante todo 2020. Textos sensibles como presupuesto del ejercicio actual o los pedidos de endeudamiento se aprobaron sin demasiados roces.
Quizás el momento más caliente, donde Cambiemos impuso su mayorÃa fue la aprobación de 41 pliegos de jueces y fiscales que habÃa sido enviado por MarÃa Eugenia Vidal a dÃas de terminar su mandato. Meses antes y apenas asumido Kicillof la oposición frenó un paquete impositivo, aunque se terminó votando en los primeros dÃas de 2020 cuando el Gobernador se abrió a la negociación.
Por fuera de eso, la mayorÃa no se sirvió de mucho a la oposición. Al punto que dentro de Cambiemos existe un debate alrededor de ese tema. Según pudo saber LPO, una de las posturas dentro del bloque es blanquear una ruptura del bloque antes de la elección para evitar que el peronismo capitalece el logro de una eventual mayorÃa a través de la elección.
Otra postura dentro de Cambiemos propone no tocar nada hasta el cierre de listas de junio, momento en el que una ruptura asoma como inevitable.
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Dejen de dar pena